Buenos días a todos por la mañana!!
Después de las Barnalúdicas 2012 he estado un tanto ocupado preparando todo lo necesario para la partida del viernes que viene en Ludo Ergo Sum, por lo que no he tenido mucho tiempo para nada, básicamente. No obstante, eso ya está resuelto y viendo cosillas que tengo guardadas desde la época de Mari Castaña, descubrí otro proyecto en el que «trabajamos» mis amigos y yo allá por finales de los 90: «0 Tolerance – We are the heroes»
Pongo «trabajamos» entre comillas porque la cosa surgió como muchas de las cosas que se hacen a esas edades, por aburrimiento. En aquellos momentos quedábamos todos los domingos (sin saltarnos ni uno) para echar unas risas y unas partiditas de rol, pero en éste en particular, no nos apetecía ni dirigir, ni jugar a ninguno y la cosa desembocó en una amena charla sobre gilipolleces varias. Hasta el momento en el que, no recuerdo como, a mí me salió una especie de técnica o de golpe definitivo al grito de: «¡En el nombre de Dios!», con un gesto de mano como el de un karateca partiendo un bloque de hielo.
La cosa nos hizo gracia, tanta, que empezamos a pensar en el Pj que lo llevaría a cabo. Una cosa llevó a la otra y alguien dijo en un momento dado: «¿Y si hacemos un juego de rol con este PJ?… y que los malos sean toda la caspa de la prensa rosa del momento (Tamara, el Conde Lequio, Mariñas, Carmele…)».
… (Silencio sepulcral en la sala)
Y de repente, todos estallamos en risas y en el típico: «¡Joder, sí!». Dicho y hecho, estaba naciendo: 0 Tolerance – We are the Heroes»
Y rápidamente nos pusimos a crear Pjs, cómo serían las fichas y cómo crearlas. En cuanto al sistema de juego y mecánicas, bueno, por las anotaciones que tengo mezclaba sistema D20 y Mundo de Tinieblas, aunque la esignación de puntos a las características se hacía por reparto. Sin embargo, ¿cómo se resolvía una situación de conflicto? Aaaaaahh…
En realidad no importaba demasiado. Lo bueno de este juego eran los Pjs, los Pnjs y el resolver situaciones absurdas. Por ejemplo, llegamos a jugar un par de sesiones, en una de ellas unos hombres – pez nos atacaban desde el lago de la Casa de campo, y nos defendimos como pudimos. Menos mal que cuando un compañero (interpretando al actor porno), consiguió, por fin abatir a uno de los bichos obligándole a darle placer oral (no preguntéis ahora, luego aclararé esto), apareció en escena para ayudarnos… Marc Dacascos. Sí, Marc Dacascos y ¿por qué? La pregunta sería ¿y por qué no?
Luego estaban los Pnjs, entre los que nos encontraríamos a Jesús Mariñas (el Oráculo), El conde Lequio (un vampiro, claro), Tamara (Reina Bruja), Jesús Gil (Capo máximo de la mafia), Yola Berrocal (una hidra), el Arlequín (Demonio que quiere casarse con Tamara a toda costa) y un largo etcétera y, por último, los Llongueras, unos tiernos duendecillos que habitan en el Parque del Retiro y que se dedican a cambiar de peinado a todo aquel incauto que ronde por allí. Siempre con sus voces afónicas y agudas rodeándote.
Pero lo más divertido, sin duda, eran nuestros Pjs. El primero sería Le Cristian (alias Cristian Combat) y su técnica en «¡En el nombre de Dios!», Claro. Este Pj es un simple cura que se transforma en su avatar mientras se escucha de fondo la música de Mortal Combat (literalmente). Sus frases preferidas son: «¡Sacrilegio!» y «¡Heregía!» y sus técnicas: «¡!En el nombre de Dios!» (Haz de luz destructor), «¡Ostia consagrada!» (Megabofetón) y el «Incienso celestial» (Nube de humo purificadora).
Después tenemos al Mensajero Fantasma, que está tan quemado en el curro que le arde la cabeza. Con su indumentaria Heavy recorre las calles llevando paquetes. Su grito de guerra es «¡¡Estoy Quemadooooo!!» y sus poderes: el «Callejero de Penitencia» (Revives su jornada laboral completa), «Bola de Fuego» (clásico) y la «Pitón Andrómeda» (sí, tipo Caballeros del Zodiaco pero con una pitón de moto).
Luego encontramos al Fontanero del Antifaz. Fontanero de día y héroe en sus ratos libres desatasca las calles del mal acechante. Su grito de guerra es «Tapa tu culo, llegó el desatascador» y sus poderes: «El Desatascador» (literalmente, te zumbaba con un desatascador gigante) y «Aquí hay que picar» (el oponente se pone a picar una pared cercana, porque sí).
El cuarto sería Mataó Dedrácula, campesino de la España profunda y único superviviente de su pueblo tras el ataque vampírico del Conde lequio, que ha jurado vengarse a golpe de garrote. Su grito de guerra es «¡¡Drácula!!» y sus poderes: la «Estaca Paca» (Una estaca bendecida lanzada en plan lanza), Robo de Nariz (como a los niños pequeños pero haciéndolo de verdad) y el Mordisco de la Mula (aparecía una mula de la nada y…).
Después, Médieval Currela, oficial de obras con mala ostia y barriga cervecera que siempre viaja con su espátula a mano. Su grito de guerra es «Pero ¿quién le ha hecho esta chapuza, señora?» y sus poderes: «¡To’h Dios a hacer la Mezcla!» (y los malos a mezclar cemento), «Tabique» (maniobra defensiva en la que aparecía un muro) y «Hucha Hipnótica» (Se daba la vuelta y te quedabas mirando su rabadilla, sin poder resistirte).
También el Dr. Locort Tot, de nombre Jordi. Un cirujano loco retirado deseoso de «arreglar» la sociedad. Su grito de guerra era «¡Habrá que operar! y sus poderes: «¡Habrá que amputar» (y te amputaba algo), «¡Toma electroshock!» (rayo que lanzaba con las manos) y «¿Me enseña el volante?» (que paralizaba a su victima mientras ésta buscaba el volante…)
Otro era Adolfo Gil, nazi, ultra del «Madri» y en definitiva, una especie de Hulk pero con menos cerebro al que sólo podía calmarse con un llavero que tenía el himno del Real Madrid. Su grito de guerra era «Estooo… Estooo… ¡Aaargh!» y te inflaba a palos, y sus poderes: «Puño Nazi» (Puñetazo descomunal) y «A golpe de Bordillo» (Se sacaba un bordillo de los pliegues de la nuca y te hacía morderlo).
El Actor Porno, así, sin más. Inspirado en un actor porno de los 90 que daba mucho asco, uno con ojeras y el pelo hacia atras y engominado (no sé el nombre), eliminaba a los malos a golpe de miembro. Su grito de guerra era «¡¡Ooooh!! ¡Yeah baby! ¡Ooooh!» y sus poderes «Te va a gustar» (te obligaba a darle placer oral hasta la muerte) y «Miembro dorado» (básicamente te golpeaba con su miembro de manera brutal).
Y creo que acabaré con éste. Por supuesto había unos cuantos más como el «Profesor de Autoescuela», el «Funcionario Loco», el «Frutero Spawn», el «Limpiador Especialista» o la «Yaya», e infinidad más se nos han ido ocurriendo a lo largo del tiempo. Pero esto ya os lo contaré en otra ocasión.
¡¡Saludos!!