Un año más han pasado las que para mí son las jornadas más importantes, las Ludo Ergo Sum 2016, y un año más lo han vuelto a conseguir. Por el nuevo recinto en Alcorcón han pasado la friolera de ¡2470 asistentes! ¡Impresionante!

Aunque las jornadas han tenido sus luces y sombras, todo hay que decirlo.

Yo llegué el viernes a las 16:30 y ya había una cola considerable, lo cual era de esperar, teniendo en cuenta que era la hora de apertura.

Tras un pequeño retraso, al final entramos en el recinto y la cosa pintaba pero que muy bien. Y como ya teníamos la mesa R-4 asignada, me dispuse a esperar jugadores. Sin embargo, al igual que otras mesas, no conseguí jugadores, por lo que tuve que abortar la partida. Pero como mi chica estaba este año como camiseta naranja en la puerta, pasamos una tarde agradable recibiendo a los asistentes. Y como vi que en el stand de Sombra tenían a la venta algunos ejemplares de KIS, ¿Qué más se puede pedir?

Llegó el sábado y repetimos la operación del viernes, pero esta vez sí que hubo jugadores, por lo que pidieron divertirse jugando a Quiúnéi. La partida se llamaba Sigilo y, como en otras ocasiones, aquello acabó como el rosario de la Aurora. Normal, teniendo en cuenta que para infiltrarse sin llamar la atención, llegaron a valorar el incendiar parte de la jungla. XD

Pero al final salió bien y la misión se completó con el éxito esperado.

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Por la tarde, sin embargo, la cosa no fue tan bien, pues una vez más me quedé sin jugadores. Eso sí que fue inaudito, la primera vez en los años que llevo partidas que no puedo hacer el sábado por la tarde. Después, hablando con unos y con otros, más o menos llegamos a la conclusión de que el calor fue un factor determinante en ello, llegó a ser lo más comentado del fin de semana.

Al menos, por la tarde, hubo una muy buena exhibición  de combate con sable de luz. ¡Espectacular!

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Y llegó el domingo. Como ese día no tenía programada ninguna partida, me dediqué a disfrutar las jornadas como asistente, así que nos apuntamos a la partida de Campeones de Verme que dirigía mi amigo Carlos Plaza. Robur no tuvo nada que hacer contra nuestro grupo 😉

Y de ahí hasta el cierre y sorteo final, en el que no me tocó nada por poco, todo fueron charlas y risas.

Como valoración final creo que hay que distinguir algunos factores. El primero fue la organización. Es cierto que hubo retrasos y fallos, como siempre habrá, pero antes de valorar eso hay que tener en cuenta que cada vez son menos gente los implicados y organizar todo esto con un equipo cada vez más pequeño se hace a su vez más difícil. lo digo por algunas críticas desmesuradas que han surgido en esos días. Cada uno debería pasar por la experiencia de ser camiseta naranja para hablar de la organización. Yo no lo he sido, aunque mi chica, mi cuñada sí y buenos amigos míos sí, con lo que lo he visto de cerca, y solo puedo aplaudir el inmenso  trabajo GRATUITO y DESINTERESADO que ellos hacen. Ojo, eso no significa que no tengan áreas de mejora, por supuesto, pero hay que intentar dar un feedback constructivo.

Dicho esto, en cuanto al paso de Quiúnéi por las jornadas, evidentemente no ha sido tan bueno como en otros años, lo cual es completamente normal; no es un juego conocido por todos y no tiene la repercusión de grupos más fuertes, por lo tanto, que alguien se apunte a tu partida es más complicado que para otros. Ahí es donde la labor de los camisetas naranjas de inscripciones es fundamental, pues son ellos quienes deben «vender» tus partidas dentro de sus posibilidades y asegurarse de que todos los jugadores jueguen y todos los colaboradores puedan realmente colaborar.

Desgraciadamente, creo que yo no recibí toda la ayuda que tal vez necesitaba, lo digo por las conversaciones que pudimos tener con algunos, ya que bien por que la gente acudía en goteos o porque el nombre del juego pareció difícil de encontrar o leer, el resultado fue que de 3 turnos no pude colaborar en dos, entre ellos el del sábado-tarde, que es por histórico en el que suele haber más demanda que oferta incluso. E inscribir mis partidas con un mes de antelación tampoco me ayudó a  conseguir jugadores.

Entiendo que no vengan grupos exactos de 5 jugadores para todas las partidas, pero aunque vengan de uno en uno, sería más justo que todos puedan desarrollar su partida y dar a conocer su juego (su trabajo y su esfuerzo), aunque sea con 2 jugadores. En mi opinión, es preferible que una partida sea con tres y otra con 2 jugadores antes de que una tenga los cinco y la otra persona se quede sin nada, con la frustración personal que eso supone.

Como punto de mejora en este aspecto, sería conveniente dar prioridad real a las partidas apuntadas según el orden en el que lo hayan hecho, o al menos, realizar una mayor labor de venta de los  juegos menos conocidos. Y en ningún caso, abrir partidas sin cerrar el resto. Sé que esto es lo que se intenta, de verdad, pero tal vez hace falta ir un punto más allá.

Pero también hay que mirar hacia dentro, y está claro que hay que caambiar algunas cosas, sobre todo lo que los jugadores ven y perciben del juego si no lo conocen. No obstante, en esto ha habido un punto positivo en el fin de semana. No solo me lo he pasado muy bien, como siempre, sino que he tenido la oportunidad de hablar sobre mi juego y sobre otros, hacer valoraciones y desarrollar una labor más de estudio. Por ello, estudiar ciertos aspectos del juego, sobre todo, como digo, lo que tiene carácter más visible al exterior, es fundamental y tal vez haya cambios significativos.

En cualquier caso, y pese al tremendísimo calor que todos hemos pasado y la falta de jugadores por mi parte, las jornadas han sido, en su línea, una pasada. Una vez mas quiero dar las gracias a los que hacen posible que cada año nos juntemos más  de 2400 personas para disfrutar de lo que más  nos gusta.

Y por supuesto ¡Nos vemos en las próximas LES 2017!

¡Saludos!